¿Están
la enseñanza de la Biología y de la Evolución
(humana) en peligro?
Introducción
Los debates que se
refieren a la evolución suelen ser habitualmente de
tipo religioso o político, mas que científicos. La
mayoría de religiones presenta mitos sobre el origen
del Hombre y de los animales. La evolución se opone
a la lectura literal de estos mitos y debido a esto
muchos dirigentes religiosos se oponen al concepto
de evolución. Haciendo un paralelismo con los genes,
o unidades de información biológica, los memes
constituyen un tipo de unidad de información
cultural. Los memes pueden replicarse
mediante vectores culturales, de forma que la
evolución cultural está basada sobre una selección
de tipo cultural, las migraciones, la difusión y la
deriva cultural (Susanne, 2003). Pues bien, a pesar
del éxito de ciertos memes religiosos, las
religiones han comenzado a mostrar signos de
decaimiento a medida que se han ido desarrollando
los descubrimientos científicos. Todas las
religiones han tenido que sufrir profundas
adaptaciones, que las alejan de sus principios
fundadores.
"Theistic memes,
in general, are memes that regulate individual or
collective behaviour, including sexual practices and
life style rules (ethic rules) beneficial to the
group's successful survival under the challenging
external environments (both natural and cultural)".
"Providing easy explanations to existential
questions, softening the fear of death, and keeping
social webs compact through the provision of various
sets of rules and practices, religions crucially
contributed to the survival success of populations"
(Simitopoulou y Xirotiris, 2004).
Es por
tanto necesario reafirmar la libertad de transmisión
de los conocimientos y la de desarrollarlos al
amparo de todas las autoridades religiosas.
Religiones y sectas no pueden interferir con la
enseñanza de las ciencias. También hay que recordar
que el laicismo del poder político, los valores
modernos reivindicados por la Ilustración, la
racionalidad, la tolerancia, la libertad de
expresión, los derechos del Hombre, la democracia,
son conquistas que han sido arrancadas poco a poco
al poder de las Iglesias (Joly, 2003).
El
humanismo secular es central en el actual
comportamiento cultural y moral; se trata de una
filosofía que puede ser compartida más allá de
nuestras diferencias culturales y mas allá de las
religiones. Las reglas morales no deben basarse en
las verdades reveladas, sino en reglas universales
elaboradas democráticamente. Esto ocurre en
particular cuando se trata de la evolución humana,
donde las reglas deben elaborarse independientemente
de las diferentes formas de integrismo. Para todos
los integrismos, el Hombre está condenado a hacer un
mal uso de su libertad: por tanto, hay que limitarlo
mediante obligaciones y leyes restrictivas, en
particular a la mujer, puesto que, según la opción
integrista de “la mujer debe permanecer en el hogar”,
ella gobierna la educación de los niños. En estas
condiciones, laicismo e incluso democracia son
conceptos a combatir. El humanismo es visto como el
instrumento de Satán por todos los fundamentalistas
cristianos, judíos y musulmanes.
La
molesta evolucion (humana)
Muchas personas
entienden hoy día la evolución como una teoría más
entre tantas otras. Sin embargo, no hay razón alguna
para compararla y
situarla en el mismo plano de igualdad con textos
considerados por algunos como "sagrados". En el
espíritu de estas personas dichos textos se
interpretan literalmente, de forma que se considera
que las especies han permanecido fijas después de su
creación. Para algunos pues, resulta mucho más fácil
conservar los antiguos mitos y considerar que el
Hombre continua estando en la cima del reino
viviente y que es el centro geográfico del universo.
Es mucho más difícil aceptar que el Hombre es una
especie más entre las otras, que su naturaleza no es
fundamentalmente distinta de la de otras especies
animales, y que es además una especie que no
representa más que una ínfima parte del conjunto de
la historia del universo (unos pocos millones de
años respecto a miles de millones). Difícil es, en
efecto, transformar la imagen que teníamos de
nosotros mismos a lo lago de nuestra historia.
Todavía existe hoy
día una especie de negación del conocimiento por
parte de los anti-evolucionistas; de hecho, los
creacionistas rechazan toda la experiencia y los
logros de la biología post-darwiniana. Se podría
pensar que esta actitud pertenece al pasado y , sin
embargo, en 1972 se creó el "Institute for Creation
Research" utilizando la Biblia como libro de
referencia para su "Ciencia". Por tanto, el debate
no ha acabado aún, incluso aunque los biólogos
consideren a la evolución como un hecho y aunque la
mayoría de los cristianos no crean realmente que las
descripciones bíblicas deban ser tomadas de forma
literal. En efecto, las encuestas muestran que
muchos ciudadanos creen que la evolución no ha
tenido lugar.
Hay diversas
razones para todo lo anterior, tanto de tipo
educativo como religioso. A nivel educativo, la
comprensión de los mecanismos de la evolución exige
nociones de genética y de biología que la mayor
parte de ciudadanos no tienen. Además, las ciencias
no ofrecen respuestas definitivas. A nivel
religioso, la mayor parte de las personas, sea cual
sea su cultura, están educadas en sistemas de
creencias que no ofrecen explicación alguna sobre
los cambios biológicos en el tiempo. La relación
entre ciencia y religión nunca ha sido sencilla; las
ciencias se basan en el análisis de los datos y en
su interpretación, mientras que las religiones se
basan en un sistema de creencias imposibles de
comprobar, basadas en la fe.
En términos de
paleontología humana, se puede considerar que «la
ciencia no tiene un valor moral», salvo el de la
verdad, en tanto que búsqueda de la misma. No es
este el caso de muchas otras ciencias biológicas que
se encuentran comprometidas en numerosos aspectos de
las ciencias aplicadas y donde los intereses
externos son cada vez más determinantes. Pero en
términos de evolución humana, únicamente el
conocimiento puede considerarse como un valor, y las
únicas oposiciones provienen de aquellos que
consideran este conocimiento como peligroso.
En los libros
escolares, al menos en los europeos, la prehistoria
se describe de manera uniforme, haciendo de ella un
hecho social significativo. Se habla, en efecto, de
los Hombres paleolíticos como nuestros primeros
ancestros, que vivían en una naturaleza hostil y muy
fría, rodeados de enemigos feroces, leones, osos,
hienas,…Las descripciones son un tanto
caricaturescas, de forma que no hay implicaciones
filosóficas importantes (salvo para los
creacionistas, estrictos con la escala de tiempo).
Pocos textos abordan la evolución de los Primates,
la separación de los Póngidos hace unos 7 millones
de años y la aparición de las primeras poblaciones
de Australopitecos, hace unos 5 millones de años. Se
prefiere hablar de las poblaciones de Homo
sapiens de hace unos 40.000 años (limitándose a
Europa y sin hablar de los Homo sapiens africanos de hace unos 100.000 años).
Recientemente en Europa, se están abriendo paso
algunas tentativas de impedir la enseñanza de la
evolución. Así, a comienzos del 2004, el gobierno
italiano (de Berlusconi) ha hecho una proposición
para abolir la enseñanza de la evolución en los
programas de las escuelas secundarias. Esta actitud
anticientífica es flagrante, se trata de una censura
cultural teñida de connotaciones filosóficas.
Concepciones
cosmológicas
El creacionismo
puede presentarse bajo diferentes formas:
-
Creacionismo en el que la formación de la tierra es
muy reciente: habría sido creada hace unos
6.000-10.000 años, todas las formas de vida habrían
sido creadas en 6 días y los cambios geológicos se
interpretaría en términos de «diluvio».
-
Creacionismo en el que se aceptaría la antigüedad
geológica de la tierra, pero donde la vida habría
sido creada por Dios siguiendo los textos bíblicos.
- Creacionismo
donde cada día de la creación representaría
millares e incluso millones de años.
-
Creacionismo progresivo, en el que la tierra es muy
antigua: el «Big-Bang» sería la evidencia de la
fuerza creadora de Dios, se rechazan tanto la
biología moderna como la evolución, y Dios habría
creado a los organismos de manera secuencial según
lo que se observa en los estratos geológicos.
-
Creacionismo evolutivo (o evolucionista): la
naturaleza no tiene existencia más allá de la
voluntad divina, los sucesos de la creación existen
y Adán no fue el primer Hombre, pero sí el primero
que fue consciente de ser humano.
-
Evolución teísta: Dios creó la vida por medio de la
evolución; este punto de vista acepta los datos
biológicos modernos salvo cuando se trata de la
creación del alma humana (esta posición es la del
Papa actual y de numerosas escuelas protestantes).
Una
rápida mirada a las posiciones religiosas
-
Iglesia católica: Lo que parece caracterizar
habitualmente a la Iglesia católica, tanto hoy día
como en el pasado, es la tendencia a imponer
respuestas consideradas como definitivas y, sin
embargo, los cristianos católicos no se sienten
normalmente a gusto o cómodos ante estas posiciones.
La Iglesia católica permanecerá siempre como una
institución bicéfala, con un polo de trascendencia
mística, de revelación y de verdad y un polo
empírico natural inserto en un contexto histórico.
La Iglesia realiza un esfuerzo permanente por
adaptarse no solo a cada época sino también a las
condiciones políticas locales. Todo ello trae como
resultado ambigüedades, promesas dialécticas y
contradicciones.
En lo que
concierne a la evolución, ha sido bastante
recientemente (1996) cuando el Papa Juan Pablo II ha
mencionado en la Academia Pontificia de las Ciencias
que “los conocimientos recientes conducen a
reconocer que la teoría de la evolución es algo más
que una hipótesis” (¿recientes?). Esta aproximación
es todavía muy «prudente», pues no se cita nunca a
Charles Darwin y naturalmente se sigue considerando
que la presencia humana no puede explicarse sin una
intervención divina. La Iglesia católica romana no
acepta por tanto la evolución natural ; la evolución
no está bajo el control de las fuerzas naturales
sino bajo el control divino. Los católicos deben
afirmar que Dios es el creador de todas las cosas,
espirituales y materiales, y que la evolución está
dirigida por Él. La posición oficial de la Iglesia
católica es también la de que el alma humana es de
creación divina y no está sometida a cambios
evolutivos. No obstante, los fundamentalistas siguen
creyendo en una interpretación literal de la Biblia
y no aceptan ninguna forma de término medio.
-
Iglesias protestantes: en estas Iglesias hay
muchas divergencias fundamentales. Para los
«evangelistas», el autor de la Biblia es
directamente el espíritu de Dios; por lo tanto, no
existe la posibilidad de error alguno. Para las
corrientes «reformadas», los textos bíblicos deben
ser interpretados bajo el ángulo de la crítica
histórica y del contexto cultural. No hay por tanto
una sino varias teologías protestantes y, en
consecuencia, cada creyente tiene una
responsabilidad personal.
Las corrientes
«evangelistas» son conocidas como «conservadoras» o
«fundamentalistas» y en gran medida se oponen a los
principios de la evolución. Consideran que rechazar
el Génesis, en su sentido estricto de creación en 6
días, es destruir los propios fundamentos de la
cristiandad. Por el contrario, el «liberalismo
protestante» incluye una aproximación libre y
crítica de la Biblia, se rechazan las posiciones
dogmáticas y se considera a la creación como un
mito. Entre ambas posturas podría situarse a los
«reformistas», los cuales insisten en una vuelta a
los textos bíblicos pero sin que un libro pueda
traducir revelaciones. El protestante puede ir desde
el sectario, que rechaza la idea de la evolución, al
libertario o rebelde, sin ninguna dificultad para
aceptar la evolución humana.
La
Iglesia protestante unida de Bélgica, que agrupa a
la mayor parte de Iglesias surgidas a partir de la
reforma y que disfruta de subsidios del Estado,
tiene una fuerte competencia por parte de las
Iglesias evangelistas, denominadas «libres», en las
que se pone el acento sobre la conversión
individual. Estas Iglesias se consideran a sí mismas
más cristianas que protestantes. De origen
anglosajón, esencialmente americano, las Iglesias
evangelistas están ayudadas a nivel financiero por
fondos norteamericanos. El discurso es a menudo
maniqueo y simplista y la Biblia, autoridad suprema,
es considerada infalible. Se admite el creacionismo
y no hay nada que hablar sobre ecumenismo,
tolerancia o pluralismo.
Después de la
primera guerra mundial, los cristianos conservadores
americanos, en una búsqueda del renacimiento de
valores que ellos consideraban tradicionales,
propusieron prohibir toda noción de evolución en la
enseñanza pública. Esto trajo consigo el «Acta
Butler», votada en 1925, que prohibía la enseñanza
de la evolución. Sin embargo, diferentes leyes han
sido abolidas por la corte suprema de los Estados
Unidos, debido a que violan el principio de
separación entre la Iglesia y el Estado. Este hecho
no ha molestado a los creacionistas que han
solicitado a los profesores que utilicen su
«libertad académica» para enseñar el creacionismo.
Esto ha tenido un impacto sobre la enseñanza de la
biología y sobre la educación en los Estados Unidos,
ya que numerosos profesores de las escuelas
públicas, para evitar las controversias, han
decidido no seguir enseñando evolución.
De hecho,
el debate tiene también un origen político, ya que,
para muchos, la evolución estaría «en la base del
ateísmo, del comunismo, del nazismo, del racismo,
del imperialismo económico, del militarismo, de la
anarquía y de todo sistema de creencia
anticristiana» (¡ni más ni menos!). «América es
atacada por las fuerzas de Satán en un esfuerzo de
minarla». El lector puede pensar que este debate es
estúpido, y lo es desde luego en términos
científicos, sin embargo, su finalidad no es la de
convencer a los científicos, sino a un público poco
formado en Ciencia.
-
Iglesias ortodoxas:
las Iglesias ortodoxas son denominadas «autocéfalas»,
ya que son autónomas respecto a toda autoridad
eclesiástica «extranjera» y, en consecuencia, son
Iglesias nacionales.
En
Grecia, la Iglesia ortodoxa es una Iglesia de
Estado. Según los principios ortodoxos, el «Padre»
es el creador del cielo y de la tierra y de todas
las cosas visibles e invisibles. El Hombre ha sido
creado a la imagen de Dios. La evolución no es
rechazada eventualmente, en la medida en que Dios es
su «Señor», y los 6 días de la creación pueden ser
además considerados como períodos. En la enseñanza,
los profesores son considerados como ortodoxos, lo
que hasta hace poco podía comprobarse en su
documento de identidad. La evolución sin embargo no
forma parte de los programas de enseñanza
secundaria.
En Rusia,
la Iglesia ortodoxa no tiene una interpretación
literal de la creación bíblica y el concepto de
evolución no se considera incompatible con la
religión, en la medida en que ésta permanece bajo la
dirección divina. En 1991, se creó la “Moscow
Creation Society” y sus miembros, en colaboración
con el ministro ruso de enseñanza (!), han editado
un panfleto creacionista destinado a las escuelas
rusas.
-
Islam: los libros de Darwin no fueron
traducidos a la lengua árabe hasta 1964. Hasta el
siglo XX, en los países musulmanes no existía
habitualmente más que un sistema de educación basado
en las tradiciones musulmanas, donde las materias
científicas estaban ausentes. Después de la segunda
guerra mundial aparecen las reformas de la educación
y se introducen las ciencias.
Sin
embargo, los informes de la Unesco muestran que
estas enseñanzas están basadas en aspectos teóricos,
evitando desarrollar un pensamiento crítico y una
reflexión sobre las cuestiones éticas ligadas a los
problemas científicos. La excepción es la república
turca «kemalista» proclamada en 1923, donde su
fundador, Mustafa Kemal Atatürk, declaraba la
sumisión de la religión al Estado. La evolución se
introdujo en el programa escolar. Sin embargo, el
creacionismo ha vuelto con fuerza a Turquía y existe
un «Islamic scientific creationism» financiado por
organizaciones extranjeras. Necmettin Erbakanm,
actual primer ministro del país, es simpatizante de
esta organización.
La mayor
parte de los escritos islámicos declaran que Adán es
una creación directa de Dios y que la evolución de
otras especies no humanas puede ser aceptada,
excepto si las transformaciones son debidas a
mutaciones aleatorias y a la selección natural,
concebidas como causas independientes de la voluntad
de Alá. El Islam es sin embargo demasiado múltiple y
complejo como para juzgar de forma conjunta sus
prácticas y sus contenidos. Es cierto que, al menos
en los países occidentales, la mayor parte de los
musulmanes son moderados respetables. Sin embargo,
muchas veces son intimidados por los movimientos
islamistas.
Naturalmente, existe una diferencia fundamental
entre el Islam y el islamismo. El islamismo es, de
hecho, una ideología política de combate que cubren
una gran diversidad de corrientes, como los
tradicionalistas que luchan por una moral religiosa
sin desviaciones, los fundamentalistas, luchadores
por una reforma social pero sometida a los preceptos
de la “Sharia” o ley coránica, o más aún, los
neo-fundamentalistas que solo reconocen como
legítima a la “Umma” o comunidad de creyentes. El
islamismo en su conjunto pone el acento sobre una
ideología puritana y rigorista, y preconiza el
Estado islámico. El islamismo se radicalizó a partir
de los años 90 rechazando los valores de la
tolerancia, del pluralismo y los derechos del
Hombre.
Si
tomamos como ejemplo la migración marroquí en
Bélgica, que comenzó oficialmente en febrero de
1964, la comunidad marroquí no se interesó al
principio más que por la adquisición de derechos
sociales y por la igualdad de estos derechos. Sin
embargo, la historia más reciente se caracteriza por
un repliegue hacia la esfera privada y comunitaria:
cada vez se crean más asociaciones que hacen
referencia al Islam, que se someten a los preceptos
del Islam, por lo que es prácticamente imposible
disociar comunidad y creencia. Las páginas “web”, al
menos las francófonas, son de tipo práctico, y
proponen todo y por tanto nada, incluido cómo
perfeccionar su religión o consejos tales como “no
es aconsejable para una musulmana casarse con un
cristiano pues, en la pareja, la mujer debe estar
sometida a su marido” (www.immigrer.net)!
Además, los Imanes
que predican en las mezquitas belgas y francesas,
por ejemplo, son a menudo enviados extranjeros,
pagados principalmente por los subsidios walhabitas,
procedentes de Arabia Saudí, surgidos de escuelas
sectarias e incluso fanáticas, y protegidos por
algunos Consulados. En el Islam no existe la noción
de ciudadanía pero si la de comunidad, ya que
reconocer una comunidad ofrece la posibilidad de
aplicar las propias leyes del Islam a dicha
comunidad (Amar Lasfar, rector de la mezquita de
Lille en “Hombres y Migraciones”, n° 1218).
El
islamismo nos interpela puesto que se trata de una
forma de imperialismo religioso fundado sobre
métodos de conquista, de proselitismo, incluso de
opresión; preconiza una visión teológica de la
sociedad. En nuestros países los islamistas
constituyen una minoría, que sin embargo no es
condenada firmemente por los moderados, que a menudo
sucumben al miedo y a las amenazas.
-
Religión judía: podemos, quizá de manera
arbitraria, distinguir a los judíos llamados laicos
(ateos o poco practicantes), de los liberales, de
los reformadores, de los conservadores, de los
ortodoxos y de los ultra-ortodoxos sometidos a las
leyes religiosas tradicionales. El judaísmo se
caracteriza por la ausencia de una autoridad
centralizada que represente a la totalidad del
judaísmo y, por tanto, por la ausencia de respuestas
unívocas, como ocurre también en el caso de la
evolución. El Hombre se sitúa en la cima de la
creación. Pero la comunidad judía expresa posiciones
muy diversas, a veces opuestas, siguiendo tendencias
muy diferentes (Deroover, 2000).
En
Israel, aunque la mayor parte de los judíos no sean
ortodoxos, el judaísmo ortodoxo tiene una autoridad
considerable en la vida del país mediante el control
de los matrimonios, de los enterramientos, del
reconocimiento del carácter judío de los individuos,
de la concesión del certificado Kosher, etc. La
declaración de independencia del Estado de Israel
garantiza no obstante la libertad religiosa: "The
State of Israel ... will be based on the precepts of
liberty, justice and peace as envisaged by the
prophets of Israël ; it will ensure complete
equality of social and political rights to all its
inhabitants regardless of religion, race or gender ;
it will guarantee freedom of religion, conscience,
language, education and culture".
Sin
embargo, estos principio no se cumplen por completo.
A costa de los judíos no ortodoxos, la rama ortodoxa
del judaísmo es la única forma de judaísmo
reconocida, para disgusto de los judíos de tradición
más liberal. Así, encuestas recientes muestran que
el 67,9% de los israelíes opinan que los partidos
políticos religiosos tienen demasiado poder, el 63%
que el judaísmo reformador y conservador debería
tener el mismo status legal que los ortodoxos, el
63% piensa que las ceremonias de matrimonio de
tradición reformadora o conservadora deberían ser
reconocidas (solo se reconocen los servicios
ortodoxos). Señalemos también la discriminación de
los judíos mesiánicos y el hecho de que las personas
de diferentes religiones no pueden casarse en
Israel.
La
batalla «perdida»
Libertad
significa responsabilidad. Debido a esto, la mayor
parte de los Hombres la temen (George Bernard Shaw,
1856-1950). "Secular humanism is antagonistic to
established traditions and religious commitment.
Humanism has become for many the dominant religion
of our time, a part of the lives of nearly everyone
in the developed world" (Ehrenfeld, 1978).
"With
the collapse of traditional belief structures, there
has also been a dramatic transformation of the ways
in which the world, society and the authority of
political and social structures are regarded.
Probably for the first time in history, the
religious legitimations of the world have lost their
plausibility not only for a few intellectuals but
for broad masses of entire societies"
(Engelhardt Jr., 1991).
La obra
de Darwin “El origen de las especies” ha sido
probablemente decisiva en la decadencia de las
religiones. Sin embargo, el darwinismo no impide
creer. Para los creyentes, la evolución puede ser
considerada como una realización progresiva,
dirigida en cierta forma por un plan divino.
Teilhard de Chardin veía en la evolución de la vida
la prolongación de una evolución cósmica
completamente orientada hacia el Hombre: una especie
de creacionismo evolucionista!
Se
considera a menudo que la religión se ocupa de otras
verdades diferentes a las de la ciencia, por lo
tanto no hay conflicto entre ambas y no es objetivo
decir que el conflicto ha existido y que ha sido
perdido por la religión, la cual ha necesitado
siglos para aceptar los hechos científicos. Aún hoy
día, en aquellos lugares donde las religiones son
virulentas, muchos creyentes interpretan los textos
sagrados de forma literal.
Las
religiones, como todo conjunto de ideas complejas
son memes. Como tales memes participan
en un sistema de reproducción y de selección
natural: su éxito y su difusión dependen de estos
sistemas. Naturalmente, en el ámbito de los memes,
un éxito no garantiza la veracidad del mismo. Por
ejemplo, el meme de la astrología es
extremadamente popular, y sin embargo es totalmente
ilógico
No es intolerancia
diferenciar lo que es racional de lo que no lo es;
la biología y las ciencias naturales emiten
conceptos racionales, mientras que las religiones y
la astrología, y la mayor parte de las medicinas
denominadas paralelas (o alternativas)…no lo son. El
estudio de la cultura no puede ignorar los datos de
las ciencias biológicas: la hostilidad hacia toda
aproximación biológica al Hombre se debe a
preocupaciones religiosas y políticas.
Desde el
comienzo de las ciencias modernas, en el siglo XVII,
se iniciaron los conflictos con las religiones,
sobre todo con aquellas personas cuyo prestigio y
poder dependían de estas religiones. A medida que se
pierdan las batallas, las religiones se retirarán
hacia la esfera privada. Las únicas protestas
significativas contra esta tendencia provienen de
los fundamentalistas que desean reiniciar las
batallas sobre los mismos asuntos del pasado.
El integrismo está
presente en todas las religiones, no es
especialmente musulmán, tiene un origen católico,
está muy presente en el judaísmo y ha revivido en el
protestantismo. Los testimonios de todo esto son
claros: en algunas escuelas de Bruselas no es
posible enseñar los conceptos de evolución, ni
determinadas partes de la biología, ni tampoco de la
historia (prehistoria, evolución del Hombre y del
mundo). A la salida de las escuelas se distribuyen
pasquines para “rectificar” los cursos de Biología.
No somos
contrarios a las creencias religiosas, pero a
condición de que estas permanezcan en la esfera
privada y de que no impongan ni directa ni
indirectamente leyes que invadan el espacio público.
La tolerancia se aplica en términos de respeto al
individuo. Pero, de la misma manera, no podemos
admitir la xenofobia, el racismo, la desigualdad de
sexos, el rechazo a las escuelas mixtas. Tampoco
podemos admitir que se rechace la enseñanza de los
avances científicos, incluidos los que tratan sobre
la evolución humana. Las escuelas públicas deben
seguir enseñando las ciencias; las ciencias
paleontológicas no son ni buenas ni malas, son lo
que son y han sido rigurosamente probadas por la
comunidad científica. No son las religiones las que
tienen que decir e imponer lo que puede o no puede
ser enseñado. No permitamos que se imponga la
ignorancia.
A
modo de conclusión
Si no
existiera más que una sola verdad, no se podrían
pintar cientos de cuadros sobre un mismo tema (Pablo
Picasso, 1881-1950).