Considerada una de las figuras más importantes del rock americano, Williams, natural de Louisiana, creció escuchando a los clásicos del country. Hija del poeta Miller Williams, irrumpió en la escena musical con poco más de veinte años sin demasiada repercusión. A finales de los 80 su sencillo ‘Changed the Locks’ se pinchaba en todas las radios del país, y Tom Petty haría una versión de él. Y en 1994 ganó su primer Grammy con ‘Passionate Kisses’.
En 1998, la
publicación de ‘Car Wheels on a Gravel
Road’ trajo consigo el éxito comercial y
reconocimiento de la crítica. Obtuvo por
él el Grammy a mejor disco de folk
contemporáneo y el tema ‘Still I Long
Your Kiss’, se incluyó en la banda
sonora de la taquillera ‘El hombre que
susurraba a los caballos’. En 2002
obtendría su tercer Grammy, esta vez a
la mejor interpretación de rock
femenina, por el tema ‘Get right with
God’, incluido en su álbum ‘Essence’
(2001). Autora de imprescindibles como
‘West’ (2007), dedicado a su difunta
madre, o ‘Blessed’ (2011) entre otros,
Lucinda Williams llega a Mendizabala
tras la reciente publicación de su
último trabajo ‘The Ghost of Highway
20’.
Además,
también se suma al cartel Jared James
Nichols, un joven ‘Guitar Hero’ que a
los 22 años ya se había ganado el título
de sucesor de
Joe Bonamassa.
Su nuevo álbum ‘Ols Glory & The Wild
Revival’ lleva el sello de Eddie Kramer
(productor de Kiss, Led Zeppelin o The
Rolling Stones) y ha pegado muy fuerte
en la escena sureña de EE.UU
“A los 12 años ya tenía mi propia banda, llamada Smokin' Joe Bonamassa, y lo estaba haciendo razonablemente bien tocando en diferentes clubes los fines de semana; mi madre no me dejaba tocar entre semana porque tenía que ir al colegio. Entonces, un día me preguntaron: “¿Quieres abrir para BB King?” ¡Por supuesto que quiero abrir para BB King! Live at the Regal es mi disco favorito de todos los tiempos; y The Thrill is gone es mi canción para una isla desierta”.
A finales del año pasado, Joe Bonamassa recordó en The Telegraph cómo fue dar sus primeros pasos agarrado a la mano de BB King, fallecido el viernes a los 89 años de edad. Descansaron las manos de Riley Ben King, las que acariciaron miles de veces a Lucille –su guitarra- y las que bautizaron en 1989 a Joe.
.A primera escucha, nada aquí suena tan penetrante o abrumador como los temas que titulaban Blessed (2011) y Down Where the Spirit Meets the Bone (2014), punzantes reflexiones de una cantautora de rara hondura emocional e innegociable humanismo. Ghosts of Highway 20 tarda lo suyo en desvelar el veneno inoculado y el antídoto que lo neutralice. Es un álbum doble, trece nuevas canciones más una innecesaria versión de Factory de Bruce Springsteen, hora y media de música que repta ensimismada y dolorida, aminorado su paso por la pérdida de esos ancestros que van dejándonos huérfanos —sigue el duelo por su padre, el poeta Miller Williams, presa del Alzheimer en sus últimos años— y la implacable idea de mortalidad que nos atrapa al desvelar la conciencia que ya hemos vivido más de lo que nos queda por delante.
No es carga leve arrastrar en la memoria conquistas y decepciones, fugaces episodios extáticos y consecutivos desengaños. A Lucinda le iban los chulazos, lo detalla su repertorio clásico, y vivió unos años apoyada en las muletas de drogas y alcohol. Hace ya mucho de aquello, pero esas heridas nunca cicatrizan del todo, siguen proyectando fosforescencias espectrales como las que se alinean en los arcenes de la autopista que une Florida con Texas, bordeando su estado natal de Luisiana, perdedores sin rumbo y ángeles caídos pero aún así amados. Tipos que cargan su dolor ‘’en el bolsillo trasero, como un cuchillo afilado’’, canta en la magistral I Know All about It.
La carretera como metáfora vital fundamenta la cultura estadounidense. Lucinda Williams conoce bien esa sensación de moción continua, desde la infancia, y la recompone en su estoica madurez conjurando esa autovía de ‘’moteles en declive y vallas publicitarias desteñidas, coches usados en venta y depósitos de chatarra’’, como observa el tema titular. Pero esta imagen pintoresca esconde algo más profundo, un reencuentro con el pasado y una súplica de futuro: ‘’Quien soy ahora es quien fui entonces. No hay duda alguna, soy pariente de todos los fantasmas a lo largo de la autopista’’. Este es el meollo —ya enunciado en la introductoria Dust: ‘’Tan profunda es la tristeza que el sol parece negro… y tus pensamientos se hacen polvo’’— de un álbum que bascula entre la impensable idea de la nada que acecha, tan fríamente enunciada en Death Came, y la trampa espiritual de la esperanza expuesta en Doors of Heaven, donde confiesa que quizás se ha cansado de vivir y pide que le abran las puertas celestiales, donde ‘’pasearé en la gloria, contándole a todos mi historia una y otra vez’’.
Con tan ateridas entrañas, a Ghosts of Highway 20 quizás le sobren alforjas pesarosas y le falte entusiasmo melódico. Solo Louisiana Story, sobre la infancia y el complejo de culpa que inculca una severa educación religiosa, y el potencial clásico Can’t Close the Door on Love, donde se agarra a la fuerza primaria de la empatía para superar los fracasos del ayer, embargan plenamente al oyente. Los músicos que la arropan, incluyendo tres sinuosos y acerados guitarristas, rubrican su ya habitual excelencia, lo que hace más llevadero este viaje a la noche del alma. Parece animarse en Place in my Heart o Bitter Memory, pero el disco finaliza en una reiterativa plegaria por recuperar el aliento vital, la inconsecuente Faith and Grace.
Pese a estar felizmente casada con su representante y productor Tom Overby, Lucinda parece estar echando raíces en la tragedia que finalmente es toda vida humana, más que desbrozando las malezas del corazón como antaño. Su cancionero se va apagando, muy gustosamente, pero ella jamás dará un paso en falso
-
-
TEXTO DE LA SEMANA:
JOE
BONAMASSA
Si no has oído hablar de Joe
Bonamassa es como para preguntarse
¿dónde has estado los últimos 10 años?
¿Te han abducido unos extraterrestres y
te lavaron el cerebro? Y por cierto, ¿te
gustó la experiencia? Vale, era una
broma..
Volviendo a Joe:
Joe Bonamassa es un guitarrista y
cantante de blues rock de fama
internacional. Ha tocado junto a los
artistas más destacados dentro del mundo
de la música blues rock y lleva
publicados 12 álbumes. En el año 2000
publicó su primer álbum "A new day
yesterday", producido por Tom Dowd. En
aquel momento, Joe tocaba junto a Kenny
Krame (batería) y Eric Czar en el bajo.
El trío sacó 2 años después un segundo
álbum de nombre "So it’s like that",
producido por Clif Magness. Con ambos
álbumes alcanzaron el número uno en la
lista de éxitos de blues de Billboard.
Joe Bonamassa ha evolucionado hasta
convertirse en uno de los mejores
guitarristas actuales, influenciado por
el blues, rock, heavy rock y la música country.
“A los 12 años ya tenía mi propia banda, llamada Smokin' Joe Bonamassa, y lo estaba haciendo razonablemente bien tocando en diferentes clubes los fines de semana; mi madre no me dejaba tocar entre semana porque tenía que ir al colegio. Entonces, un día me preguntaron: “¿Quieres abrir para BB King?” ¡Por supuesto que quiero abrir para BB King! Live at the Regal es mi disco favorito de todos los tiempos; y The Thrill is gone es mi canción para una isla desierta”.
A finales del año pasado, Joe Bonamassa recordó en The Telegraph cómo fue dar sus primeros pasos agarrado a la mano de BB King, fallecido el viernes a los 89 años de edad. Descansaron las manos de Riley Ben King, las que acariciaron miles de veces a Lucille –su guitarra- y las que bautizaron en 1989 a Joe.
Joe Bonamassa a los 12 años ya tenía su propia banda, llamada Smokin' Joe Bonamassa, y lo estaba haciendo razonablemente bien tocando en diferentes clubes los fines de semana; mi madre no me dejaba tocar entre semana porque tenía que ir al colegio. Entonces, un día me preguntaron: “¿Quieres abrir para BB King?” ¡Por supuesto que quiero abrir para BB King! Live at the Regal es mi disco favorito de todos los tiempos; y The Thrill is gone es mi canción para una isla desierta”.
A finales del año pasado, Joe Bonamassa recordó en The Telegraph cómo fue dar sus primeros pasos agarrado a la mano de BB King, fallecido el viernes a los 89 años de edad. Descansaron las manos de Riley Ben King, las que acariciaron miles de veces a Lucille –su guitarra- y las que bautizaron en 1989 a Joe.
Las lágrimas por BB King las seca Joe Bonamassa, el niño que le encandiló
“Ese verano toqué en unos 20 conciertos con BB. De vuelta a la escuela, el profesor nos preguntó lo que habíamos hecho en nuestras vacaciones y yo escribí una redacción detallada de la gira con BB King. El profesor no se lo creyó y pidió que dejara de inventarme cosas. Pero tenía el pase de backstage”.
A los 12 años, Joe Bonamassa estaba tocando para 4.000 y 5.000 espectadores, teloneando a BB King, quien también empezó en el negocio musical a esa edad. Cogió su primera guitarra a los 4 años y a los 7 ya tenía un excelente nivel, proporcionado por el trabajo de comercial de guitarras de su padre. A los 10 años dio su primer concierto. “El potencial de este chico es increíble. Todavía ni ha empezado a rascar la superficie. Es uno de una clase especial”, señaló BB King vio actuar al pequeño Joe por Nueva York.
“Ese verano toqué en unos 20 conciertos con BB. De vuelta a la escuela, el profesor nos preguntó lo que habíamos hecho en nuestras vacaciones y yo escribí una redacción detallada de la gira con BB King. El profesor no se lo creyó y pidió que dejara de inventarme cosas. Pero tenía el pase de backstage”.
A los 12 años, Joe Bonamassa estaba tocando para 4.000 y 5.000 espectadores, teloneando a BB King, quien también empezó en el negocio musical a esa edad. Cogió su primera guitarra a los 4 años y a los 7 ya tenía un excelente nivel, proporcionado por el trabajo de comercial de guitarras de su padre. A los 10 años dio su primer concierto. “El potencial de este chico es increíble. Todavía ni ha empezado a rascar la superficie. Es uno de una clase especial”, señaló BB King vio actuar al pequeño Joe por Nueva York
“Ese verano toqué en unos 20 conciertos con BB. De vuelta a la escuela, el profesor nos preguntó lo que habíamos hecho en nuestras vacaciones y yo escribí una redacción detallada de la gira con BB King. El profesor no se lo creyó y pidió que dejara de inventarme cosas. Pero tenía el pase de backstage”.
A los 12 años, Joe Bonamassa estaba tocando para 4.000 y 5.000 espectadores, teloneando a BB King, quien también empezó en el negocio musical a esa edad. Cogió su primera guitarra a los 4 años y a los 7 ya tenía un excelente nivel, proporcionado por el trabajo de comercial de guitarras de su padre. A los 10 años dio su primer concierto. “El potencial de este chico es increíble. Todavía ni ha empezado a rascar la superficie. Es uno de una clase especial”, señaló BB King vio actuar al pequeño Joe por Nueva York
“Él es la persona más agradable que he conocido en el negocio de la música. Él es el blues, el blues es él. Todavía está emocionado por estar en la carretera. No estoy seguro de que yo siga aún tocando The ballad of John Henry cuando tenga 88. Pero miro a BB y eso es exactamente lo que quiero para mi vida. Él fue quien me dijo: “Quieres ver tu dinero; asegúrate de que te pagan bien”. Y él me ayudó a confeccionar la lista de canciones que estoy interpretando ahora”, destacaba el bluesman que este mes de mayo cumplió 39 años.
“Mi primera guitarra fue una Fender Stratocaster en rojo de 1972. Mi padre la compró por 340 dólares. Siempre preguntaba a los guitarristas que habían tocado conmigo si me la podían firmar. Está la de Buddy Guy, quien firmó después de beberse cinco vasos de Jack Daniel delante de mí; Larry ‘Texas Flood’ Davis; Stephen Stills, que me invitó a un ensayo cuando tenía 11. BB había firmado poco antes de que esta foto (la que abre el artículo) fuese tomada. Me dijo que llamó a su guitarra Lucille después de que dos hombres se pelearan en un bar por una mujer. Yo llamé a la mía Rosie porque era de color rojo… -era un pensador profundo por aquel entonces-. Fue unos años antes de dejar que las chicas me robaran dinero y rompieran mi corazón”, explicó Bonamassa con guasa al diario británico el pasado mes de septiembre
VIDEO DE LA SEMANA:
.
Joe Bonamassa - 'Mountain Climbing'
-Joe
Bonamassa - Midnight Blues Live at the Beacon Theatre-
Joe Bonamassa "Woke Up Dreaming"
Joe Bonamassa "Just Got Paid" and "Dazed and Confused" Live at The Royal
Albert Hall 2009
-
Joe Bonamassa - If Heartaches Were Nickels
LIVE at the Beacon Theatre *
Joe Bonamassa - Slow Train LIVE at Beacon
Theatre *
Joe Bonamassa - Happier Times LIVE at Royal
Albert Hall
-
Joe Bonamassa - Django - Mountain time -
LIVE PARIS 2014 *
Joe Bonamassa Blues Deluxe
*
Joe Bonamassa - Drive
-
Joe Bonamassa & Beth Hart - I'll Take
Care of You *
Joe Bonamassa & Jethro Tull - Locomotive
Breath *
Joe Bonamassa & Eric Clapton Plays LIVE! on
Joe's Euro Tour
para poder ver las Animaciones,
Vídeos, y Panorámicas necesitas instalar los plugins de
FLASH, QUICKTIME, i JAVA , los puedes instalar pinchando en
los iconos mostrados (pantalla optimizada a 1024x768 )
.A primera escucha, nada aquí suena tan penetrante o abrumador como los temas que titulaban Blessed (2011) y Down Where the Spirit Meets the Bone (2014), punzantes reflexiones de una cantautora de rara hondura emocional e innegociable humanismo. Ghosts of Highway 20 tarda lo suyo en desvelar el veneno inoculado y el antídoto que lo neutralice. Es un álbum doble, trece nuevas canciones más una innecesaria versión de Factory de Bruce Springsteen, hora y media de música que repta ensimismada y dolorida, aminorado su paso por la pérdida de esos ancestros que van dejándonos huérfanos —sigue el duelo por su padre, el poeta Miller Williams, presa del Alzheimer en sus últimos años— y la implacable idea de mortalidad que nos atrapa al desvelar la conciencia que ya hemos vivido más de lo que nos queda por delante.Joe Bonamassa a los 12 años ya tenía su propia banda, llamada Smokin' Joe Bonamassa, y lo estaba haciendo razonablemente bien tocando en diferentes clubes los fines de semana; mi madre no me dejaba tocar entre semana porque tenía que ir al colegio. Entonces, un día me preguntaron: “¿Quieres abrir para BB King?” ¡Por supuesto que quiero abrir para BB King! Live at the Regal es mi disco favorito de todos los tiempos; y The Thrill is gone es mi canción para una isla desierta”.
SOUNDGLOUD: Joe Bonamassa
