"2001
UNA ODISEA DEL ESPACIO : Stanley
Kutbrick
La
película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los
diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino
también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo
sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio
de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado
en una luna, despierta el interés de los científicos. Por último, durante
una misión de la NASA, HAL 9000, una máquina dotada de inteligencia
artificial, se encarga de controlar todos los sistemas de una nave espacial
tripulada.
La
secuencia inicial del filme se
inicia con la imagen de la Tierra
ascendiendo sobre la Luna, mientras
que el Sol asciende a su vez sobre
la Tierra, todos en alineación. En
este momento comienza a escucharse
la composición musical Así habló
Zaratustra, de Richard Strauss, la
misma que acompaña, en su mayoría,
la primera parte de la película,
titulada El amanecer del hombre.
El amanecer del hombre
El segmento presenta
la vida cotidiana de un grupo de primates en una
árida sabana (todo sugiere, como la ciencia lo
comprueba, una sabana casi desértica con casi todas
las probabilidades en lo que hoy es África) unos 4
millones de años APa donde se les observa
ramoneando en busca de alimento y conviviendo
aparentemente de forma pacífica. Después, uno de los
miembros de esta manada es atacado y muere por un
leopardo. Se muestra su disputa con otros grupos de
primates muy similares por poder beber el agua de
una charca y por el espacio vital, pero sin llegar
al contacto físico. Se muestra cómo estos primates
temen a la oscuridad nocturna y a sus depredadores,
por lo que descansan con sueño nervioso en el fondo
de una pequeña cueva.
En un amanecer, despertado por extrañas vibraciones
acústicas, uno de los primates encuentra enfrente
del refugio el monolito, un ladrillo de Euler o
bloque ortoédrico perfecto de color negro de varios
metros de altura con proporciones 1x4x9, que provoca
la alarma en el grupo y un primer momento de
confusión y miedo. Al poco tiempo, se acercan y,
confiando prudentemente, llegan incluso a
acariciarlo como reverenciándolo. A la postre, uno
de los simios se da cuenta de cómo utilizar un hueso
como herramienta y arma, al tiempo que se observan
flashbacks mentales del monolito, sugiriéndose que
este ha motivado ciertos cambios en la conducta de
los primates y les ha dado cierto grado de
conciencia sobre los recursos disponibles para
sobrevivir, debido a que ahora los monos son capaces
de matar animales y comer carne. A la mañana
siguiente le arrebatan el control de la charca a la
otra manada, matando en el proceso al líder de la
manada rival, usando el hueso como arma. Exultante
con su triunfo, el primate vencedor lanza su hueso
al aire, produciéndose una enorme elipsis temporal
en la narración: el hueso que asciende en el aire
pasa a convertirse en un satélite espacial que surca
el espacio entre la Tierra y la Luna en el año 1999.
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